Cyber 79: Mi confrontación con la docencia

sábado, 30 de mayo de 2009

Mi confrontación con la docencia


Hola compañeros, realmente esta actividad la disfruté mucho y se las comparto.

¿Cómo percibo mi docencia?

Cursaba el tercer año de la carrera de Pedagogía, la asignatura de Didáctica y práctica de la especialidad que impartía la Maestra Azucena Rodríguez y Edith Chejaibar y Kuri, realmente me motivaron a inclinarme a esta profesión, realicé mi servicio social con apoyo de tutorías a esta asignatura, y la experiencia fue muy gratificante, tuve la opción de elegir entre el área de capacitación, educación especial y docencia y elegí esta última. En el cuarto año de la carrera Inicié mi labor docente como orientadora en una Secundaria del Estado de México, auxiliando a la profesora de Español, revisando trabajos y tareas, a la directora le gusto mi forma de trabajo, mi responsabilidad, mi compromiso con los alumnos y con la institución y me propuso como orientadora de su escuela.

Posteriormente, al año y medio la supervisora de zona me propuso irme a trabajar a la Normal pues decía que mi labor daría más frutos con los maestros en formación, y ahí estuve por quince años, con distintas funciones, profesora horas clase, orientadora, coordinadora de extensión y difusión académica, coordinadora de servicio social, coordinadora académica de curso intensivo.
Y fue así que el supervisor de la zona me propuso como Subdirectora de la escuela en la que actualmente laboro, y después de 10 años me nombran Directora de la misma.

Quiero comentarles que estoy muy agradecida con la vida, por el entusiasmo y dedicación que mis profesores universitarios infundieron a mi elección, no me arrepiento, pues considero que el ser maestro es toda una profesión, y no de ahora sino de siempre, aunque a partir de 1985, se profesionaliza oficialmente elevando los estudios a licenciatura.

Por ello, es importante, que como docentes seamos profesionales de la docencia, teniendo como punto de partida el conocimiento y reflexión de nuestra tarea, de manera que podamos proveer a los alumnos (as) de condiciones favorables al logro de la experiencia de aprendizajes. Y esto es lo que mis profesores infundieron en mi proceso de formación. Hacer las cosas bien, aprender de los errores, motivarnos a continuar, revisar lo que hicimos, como lo hicimos y como lo podemos mejorar.

En los tres niveles por lo que he pasado, considero que el más complicado, es este de media superior, los alumnos están en una etapa critica que requieren de mucha atención, y que desafortunadamente los maestros de horas clase, laboran en 3 o 4 instituciones, que no tienen tiempo de permanecer para conocer más a los alumnos. Los papás trabajan todo el día y son pocos los que tienen una vida afectiva y de comunicación saludable, por lo que los alumnos encuentran a veces más incentivos en actividades nocivas para su salud.

Como Subdirectora organizaba cursos-talleres para los profesores sobre Adolescencia, introducción a la práctica docente, sin embargo, los profesores que laboran en este nivel y en la escuela son pocos los que asumen el compromiso de estar en un proceso de actualización, y considero que esta profesión lo exige.

Mi mayor satisfacción es el reconocimiento que te dan los alumnos y los padres de familia.
Por el momento, no me siento satisfecha, en los 5 meses que llevo como directora con los resultados de aprovechamiento, aprobación, deserción, y de enlace en matemáticas y lectura, se que no depende todo de mi, pero se que tengo la responsabilidad de guiar a mis compañeros y de infundirles el deseo de ser mejores cada día, a partir de diseñar sus cursos, y de entrar en procesos de formación y actualización como éste, ya que los alumnos nos están rebasando en el uso de las tic´s. Sin embargo, para algunos de ellos pareciera que los directivos somo los únicos responsables de los resultados.

Aprendí en la Universidad que todo profesor debe desarrollar el encuadre en las primeras sesiones de inicio de ciclo escolar y esto es lo que hacía en día de clases, me presentaba ante los alumnos, la materia a impartir, y les pedía a los alumnos que se presentaran; aplicaba la técnica de lluvia de ideas para conocer las expectativas de los alumnos con respecto a la asignatura, y que saben de ella, esto es el primer acercamiento al diagnóstico de grupo; luego les presentaba el programa, con sus objetivos, propuesta de trabajo, ubicación de la asignatura en el plan de estudios, y los contenidos y tareas a realizar, tiempos y aspectos a evaluar; luego acordábamos la orientación del curso acorde a la normatividad institucional y a los compromisos adquiridos entre docente y alumnos.

Esto realmente funciona porque los alumnos se sienten tomados en cuenta y trabajan por interés más que por imposición.

Ahora es uno de los elementos que les pido a los docentes de la escuela en que laboro, que lo realicen cada inicio de curso, y que le encuentren la bondad para poder planear sus clases, y lograr los objetivos planteados.

Hasta la próxima

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